Pre-campaña en los púlpitos...

Otra vez tengo que hablar de las relaciones Iglesia-Estado. Y no será la última, me temo. Ante los próximos comicios generales, la Conferencia Episcopal ha hecho pública una nota de prensa que comienza así:

"Los españoles hemos sido convocados a las urnas para el próximo 9 de marzo. Como en otras ocasiones semejantes, los Obispos ofrecemos a los católicos y a todos los que deseen escucharnos algunas consideraciones que estimulen el ejercicio responsable del voto. Hablamos como pastores de la Iglesia que tienen la obligación y el derecho de orientar el discernimiento moral que es necesario hacer cuando se toman decisiones"

En la nota no se mencionan siglas, pero hay párrafos tan jugosos como el que llama a "afrontar (...) el peligro de opciones políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano, en particular con respecto a la defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, y a la promoción de la familia fundada en el matrimonio, evitando introducir en el ordenamiento público otras formas de unión que contribuirían a desestabilizarla". Un poco más adelante cita expresamente el programa de la asignatura Educación para la Ciudadanía, considerando que "lesiona el derecho de los padres -y de la escuela en colaboración con ellos- a formar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones religiosas y morales"

Como siempre, en pie de guerra y poniendo la sotana a los pies de la derecha más montaraz. Hasta donde llega mi entendimiento, ninguna persona mayor de edad mentalmente plena, sea cual sea el credo que profese, necesita que la orienten a la hora de votar.  A mí esto me recuerda a la formación del espíritu nacional que impartían las escuelas franquistas. Y ya puestos, yo recomendaría varias cucharadas de discernimiento moral bien disueltas en el vino de misa a esos obispos que llaman enfermos a los homosexuales e incitadores a la pederastia a los niños...

1 comentario

[Julio - 03 de febrero de 2008 - 00:47]

Yo creo que todos nacemos subordinados a una ideología y a una religión, que varían tan sólo en función del entorno que nos "acoge". Dicen que la libertad de las personas reside en la posibilidad de elegir. La iglesia no sólo no se conforma con llevar siglos viviendo del cuento. Ahora que ven peligrar los $$ pretenden influir en nuestro derecho al voto. Así salen luego las personas, todos como clones, adorando dioses, reyes...pero sin saber por qué. ¿Qué mas da? Es "lo correcto",lo que nos han inculcado y no hay por qué cuestionarlo.