A la trena por... leer sin devolver

El tema de las sanciones por retrasos en las devoluciones ha sido abordado de distintas maneras a lo largo del tiempo en las bibliotecas públicas. Pero en Iowa (EE.UU.) parecen haber encontrado el castigo ejemplarizante por antonomasia: el trullo. Christopher Anspach, pizzero de 28 años, fue condenado pagar una multa de 625 dólares y diez días de prisión por acumular hasta 27 ítems en préstamo sin devolver. [Podéis ver la foto de su ficha policial aquí] Parece ser que los continuos recordatorios de los bibliotecarios de su localidad no fueron suficientes y decidieron meter a la Policía por medio. El usuario entró en prisión el pasado 31 de agosto y allí permanecerá hasta el próximo día 9.

¿Qué os parece la medida? A mi personalmente, una exageración. Es cierto que quien no devuelve causa un perjuicio a los demás usuarios, pero de lo que se trata es de que usen la biblioteca, no de que los usuarios tengan miedo de pisarla por si acaban en una celda. Si querían hacer cundir el ejemplo, podrían haberle condenado a ayudar a los bibliotecarios en su labor varias horas al día durante un mes, por ejemplo. A fin de cuentas, leer no es ningún delito en democracia. Y si el pobre Anspach lee tanto, tendrá más posibilidades de abandonar PizzaHut en breve. Lo cual da qué pensar... ¿Le delatarían sus jefes, convencidos de que un pizzero leído podría sembrar la semilla de la revolución laboral? Con la que está cayendo, ninguna posibilidad, por descabellada que parezca, deja de tener su sentido...