Relaciones Iglesia - Estado: crónica de un amor imposible...
Con gobiernos menos cristianos, la Iglesia vive mejor. No lo digo yo, lo decía el Cardenal Tarancón allá por los años 80, en los tiempos de la Santa Transición. Nunca un gobierno democrático había tratado tan bien a la Iglesia y la curia está que trina con ZP... Una manifestación en favor "de la familia cristiana" (¿?) un obispo llamando vicio a la homosexualidad y diciendo que algunos menores incitan a que se abuse de ellos (confirmado: el morbo sólo existe en la mente de quien lo ve por todas partes). Serenémonos. Se supone que somos un Estado aconfesional, por lo tanto, deben tener cabida todas las confesiones, sin trato de favor hacia ninguna en concreto.
Muchos gays son católicos; cualquier heterosexual católico mínimamente cuerdo recurre a la planificación familiar. El actual gobierno sólo ha hecho lo que el ex-presidente Adolfo Suárez consideraba que debían hacer los gobiernos legítimos: dar rango de ley a lo que ya es corriente en la calle. La Iglesia se repondrá, como se ha repuesto siempre de todas las tormentas de la Historia. El problema es que necesita (demasiado) tiempo. Si pensamos que, hasta no hace mucho, Franco entraba en las catedrales bajo palio, parece lógico que para el sector más reaccionario del episcopado español, cualquier tiempo pasado haya sido mejor... Por una vez en la vida, Llamazares ha dado en el clavo: Cría obispos y te sacarán los ojos.
¡Ay, Virgen santa, qué nostalgia de personas con sentidiño como Tarancón!
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Gus -